El estudio es un luminoso y amplio espacio, donde las paredes están tapizadas de libros y salpicadas de atractivos objetos: cuadros, esculturas, pequeños trofeos de viajes. También los clásicos, el jazz, la música que siempre acompaña las interminables horas que Joan Bosch pasa en el décimo piso de la gerundense calle Joaquim Vayreda. Delante de una mesa en la que aún mandan el papel y el lápiz, nada de ordenadores. Estos son para sus colaboradores.



Aberturas amplias, amplísimas; omnipresente, la belleza de los alrededores, aparece como una gran obra de arte, una experiencia estética permanente e imborrable a través de los cristales. La ala este: la elegancia muda de la dehesa, la Catedral, San Feliu, todo el casco antiguo y la ciudad nueva. La ala oeste: el Montseny, las dehesas de Salt, San Grau, Rocacorba y otra vez, la dehesa “el nostre paradís perdut”.



La iluminación natural, procedente de estos grandes ventanales llenan el lugar de luz viva, clara, delicada y genera un sentimiento de unidad y de intimidad que hace posible, que todos juntos, en este privilegiado espacio, podamos disfrutar de nuestro trabajo: el diseño, el interiorismo, la arquitectura, ......